jueves, 22 de diciembre de 2016

Respeto

sevillafc.es

Existen muchas formas de mostrar respeto. Respeto por uno mismo y por el prójimo. Respeto por una causa y por quienes luchan por ella. Y en este punto me descubro ante Jorge Sampaoli. Un tipo alejado del tópico manido y del típico respeto velado que en ocasiones empaña el fútbol. Un argentino poco locuaz de mirada penetrante, que transmite, sin alardes retóricos, un insobornable respeto a los suyos y a sus rivales. Faltaría más, pensará Sampaoli. Anoche, sin ir más lejos, en un partido intrascendente, colocado con calzador en el calendario, planteó el duelo como si fuera lo último que hiciera como técnico del Sevilla FC, hasta conseguir desvelar a un sevillismo cerrado por vacaciones. Así es como el técnico argentino se ha ganado el respeto de todos: respetanto a todos por igual. Nada había en juego, o eso creíamos el resto de los mortales, pero Sampaoli nos enseñó que siempre ha de dignificarse el escudo. Tanto el nuestro como el del rival. Sin excepción.

Asombró la manera de preparar el partido contra la Formentera, un rival de Tercera División y con un resultado demoledor a favor en la ida. Admirable. El primer mensaje de Sampaoli fue convocar solo a tres canteranos. Aquí nadie regala nada. Debutar con el primer equipo o tener participación en él queda supeditado a un rendimiento excepcional. Así de cristalino. Da igual cuál sea el rival, la competición o la ronda que esté en juego. Rendimiento. Borja Lasso entró por lesión de Correa, Diego González solo participó unos minutos y David Carmona ni se vistió de corto. Quienes presenciaron el encuentro pronto se dieron cuenta de que aquel era un partido más. Igual que todos los anteriores. Igual que todos los que están por venir. Porque para Sampaoli, señores, el respeto, el del Sevilla FC y el de sus rivales está en juego en cada partido. Palabras mayores. 

La figura de Sampaoli se engrandece en días como el de ayer. Él quizá prefiera permanecer en la sombra, sin levantar revuelo, pero su homólogo de la Formentera, Tito García Sanjuán, se encargó tras el partido de resaltar el "respeto" con el que el Sevilla FC afrontó esta eliminatoria. De eso trataba el amateurismo. Anoche lo entendí. Salir a jugar, esté quién esté delante, como cuando te dejabas la piel, literalmente, en la plaza o en el parque con una lata de refresco por pelota. Qué difícil parecía transmitir esa idea a chicos envueltos en la feroz dinámica del deporte de élite. Prácticamente imposible. Solo en Granada perdió la esencia el Sevilla FC. Y estoy convencido de que a nadie le dolió más que a Sampaoli. Porque para el técnico argentino, el fútbol es para la gente. Para los aficionados. Para los hinchas. Para los que pagan una entrada. Y con ellos tiene un compromiso adquirido hasta el fin de sus días. Esperemos que ese día esté lejos...

jueves, 8 de diciembre de 2016

Nico Olivera, uno de los nuestros

as.com

Querido Nico Olivera: 

Te debía una. Te debíamos una. Como sabrás, vivimos días de vino y rosas. Incordiamos a los tres colosos en la Liga y en Europa nos respetan. Somos pentacampeones de la Europa League y en la Champions hemos dado un paso de gigante al clasificarnos, por cuarta vez en nuestra historia, para los octavos de final. Rebosamos felicidad. Ahora todo parece fácil. Hasta lógico desde el prisma de nuestra idiosincrasia. El Sevilla FC nos ha malacostumbrado al éxito. Ya no firmamos hazañas, sino hechos comunes. Ya no cumplimos sueños, sino realidades. Pero hubo un tiempo en el que las rosas florecían repletas de espinas y el vino amargaba nuestros rojos paladares. Qué te voy a contar a ti, ¿verdad?

Fuiste mi primer gran ídolo sevillista, ese que llega en la adolescencia sin pretenderlo y ya jamás se marchita. Fuiste el cuarto poder tras Roberto Alés, Monchi y Joaquín Caparrós. Fuiste, sencillamente, nuestro soplo de libertad. Nuestra esperanza. Porque nadie, absolutamente nadie, imaginaba lo que estaba por venir años después, pero contigo en el campo tuvimos la certeza de que volveríamos al lugar que siempre nos correspondió. Hablo del año 2000. Hablo de una temporada en Segunda que no cambio por ningún título. Me tacharán de loco, lo sé, pero aquel año supe qué significa este escudo. Me despertaba cada día para ir al instituto en Madrid orgulloso de ser sevillista. Con la cabeza bien alta y con el corazón a mil pensando en el fin de semana para verte jugar, junto a Notario, a Prieto, a Pablo Alfaro, a David, a Casquero, a Fredi, a Gallardo o a tus compatriotas Zalayeta y Podestá. A todos. Fue un año difícil, largo, agotador, complicado, pero estoy convencido de que este Sevilla FC es quien es hoy gracias a aquel. 

Déjame que te diga algo ahora que cuelgas las botas para siempre. Cada vez que voy al Sánchez Pizjuán y piso Gol Norte se me vienen a la mente aquellas banderas con la imagen de tu idolatrado Bob Marley que portaban los Biris. Y como a mí, a todos los que te vieron corretear por el área con esa zancada de ratón que te caracterizaba. Qué zurda tenías. Qué felices nos hacías cada vez que marcabas. Nos contagiabas en tus celebraciones con aquellos ritmos jamaicanos. Que se lo digan a mi madre cuando me vio moverme como tú -o al menos intentarlo- aquella mañana de domingo cuando le marcaste al Betis en el Villamarín. ¡Qué gran día aquel! Ganamos jugando con diez buena parte del partido. Pero con la casta y el coraje al que hicisteis honor todos y cada uno de los partidos de aquella temporada. Eran otros tiempos. Y, créeme, no menos felices que estos. Porque, pese al paso de los años, y aunque probamos el estimulante tacto de la plata, nunca caíste en el olvido, Nico. Porque fuiste, eres y serás uno de los nuestros. Siempre. 

Gracias, mil gracias, por hacernos tan felices, Nico Olivera. 

 twitter: @cmsanchezt


(A continuación, pueden ver el vídeo del gol al Betis que menciono en la carta. Fue el tercer y definitivo del derbi de la 2000-01, en Segunda División, disputado en el Benito Villamarín, y que concluyó 1-3).

 







domingo, 4 de diciembre de 2016

Nunca más, Sevilla FC

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Soy sevillista de primera generación. Nadie me contó ni un capítulo de nuestra inmaculada historia antes de enamorarme eternamente del Sevilla FC. Mi mayor orgullo, siendo madrileño de nacimiento, será siempre haber inhalado el amor a estos colores -sin saber aún por qué- cuando el club se zafaba, a duras penas pero con la cabeza alta, por los campos de Segunda, a finales del siglo pasado. Eran tiempos complicados. Incluso pocos años antes estuvo al borde de descender a Segunda B. Pero nunca dejó de competir. De luchar hasta el último suspiro. Jamás. Hasta el sábado en Granada. Les aseguro que nunca antes sentí tanto dolor. Nunca antes me sentí avergonzado de esa manera. Fue inadmisible. Y todo por un maldito partido de Champions League en el horizonte. 

Sí. Lo sé. Con razonables argumentos de peso podrían rebatirme ustedes que simplemente por el hecho de estar a las puertas de un partido trascendental de la máxima competición continental ya es suficiente motivo como para sentirse orgulloso del Sevilla FC a pesar de la derrota. No. Rotundamente, no. Ser sevillista es mucho más que eso. Al menos así lo entiendo yo. Hay unos valores inherentes que reivindican el mayor de los esfuerzos en cada contienda. Sin mirar quién es el rival ni la competición. Y el sábado el Sevilla FC despreció el Campeonato Nacional de Liga, como de forma cristalina afirmó mi admirado Guillermo Sánchez. Nadie en el club, nadie, interiorizó la importancia que tenía el partido de Granada para los sevillistas. O al menos esa fue la sensación. Una actitud a la postre reflejada en la disculpa implícita del primer capitán, Vicente Iborra, cuando al final del encuentro reconoció abiertamente que quizá la cabeza estaba en otra parte. 
 
Este Sevilla FC estaba a las puertas de firmar una nueva página de oro. Tenía la oportunidad de lograr la mejor puntuación de su historia en Primera División en las primeras catorce jornadas y, de paso, colocarse en una posición soñada en la Liga. Pero simplemente acudió a Granada, selló su comparecencia, y tal como llegó se fue. Pensando en Lyon. Maldito Lyon. Ese choque que ya copa todos nuestros pensamientos, pero que debió mantenerse al margen durante noventa minutos. Ni una vez más Sevilla FC. Ni una vez más. Porque obviaste que para hacerte grande fuera de tus fronteras, primero debes ser coloso en tu tierra. Y porque, nunca lo olvides, ningún sevillista, ninguno, se ha sacado la espinita de lo que ocurrió en Mallorca hace ya casi diez años. Tú bien sabes de lo qué hablo. Solo te pedimos que luches con casta y coraje cada vez que saltes al terreno de juego, ganes o pierdas, pero que jamás le vuelvas a fallar a toda tu gente. Nunca más. Te espero en Lyon. Como siempre.  

lunes, 28 de noviembre de 2016

Tres razones para pensar solo en Granada

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Granada, Granada, y solo Granada. Y es que parece existir una tendencia generalizada en el ambiente desde que acabó el choque contra la Juventus que insta a priorizar el partido contra el O. Lyon, del próximo 7 de diciembre, por encima de un duelo tan relevante, cuanto menos, como el que se vivirá este sábado en el Nuevo Los Cármenes. Cierto es que el Sevilla FC se juega su continuidad en la máxima competición continental, pero cuatro días antes tiene ante sí la posibilidad de dar un golpe en la mesa y comenzar el quinto mes de competición oficial instalado, por méritos propios, entre los dos colosos de nuestro fútbol. Hay tres razones de suficiente calado que, por sí solas, pueden definir el partido en tierras nazaríes como una oportunidad única e histórica para el Sevilla FC. ¿Cuáles?

* Récord de puntos: Si el Sevilla FC vence al Granada, superará la mejor marca de la historia del club tras catorce jornadas disputadas. Un aliciente más que apetecible que, sin lugar a dudas, reforzaría la inercia positiva del equipo en el primer tramo de la temporada. Además, esta semana el Sevilla FC comienza su andadura en la Copa, contra la Formentera, de Tercera División, un rival ante el que, en principio, deberían descansar los primeros espadas con el objetivo de poder afrontar los partidos contra el Granada y el O. Lyon en plenitud de condiciones. 

* Posibilidad de avivar la Liga: El partido comenzará tres horas y cuarto antes del Barcelona-Real Madrid, segundo contra primer clasificado, respectivamente. Una victoria del Sevilla FC en Granada recortaría puntos a uno de los dos, o incluso a ambos si el clásico concluye en tablas. Queda mucho campeonato por delante, pero llegar a Navidades a una distancia menor o igual de seis puntos con el líder, invitaría a soñar con metas mayores y, seguramente, se afrontarían operaciones más apetitosas en el mercado invernal en cuanto a materia de fichajes.

* Desplazamiento masivo: Un motivo nada estadístico, pero, probablemente, el de mayor valor. Se espera una gran afluencia de sevillistas, como ya ocurrió esta temporada en Leganés o en La Coruña. El esfuerzo de todos y cada uno de los aficionados que viajarán hasta suelo nazarí bien merece poner los cinco sentidos en este encuentro. El tan aclamado amateurismo empieza por el respeto a los hinchas, a su manera de sentir y al sentimiento que despiertan unos colores. Nadie nos podrá quitar la ilusión, y más si el Sevilla FC acabase la decimocuarta jornada con 30 puntos en su casillero. Soñar es gratis. Nunca dejen de hacerlo.


lunes, 21 de noviembre de 2016

Borja Lasso: "Diego Martínez me ha hecho futbolista; antes solo era un jugador de fútbol"



Primera hora de la tarde en la Ciudad Deportiva Ramón Cisneros Palacios. El sol alumbra con fuerza, a pesar de las fechas en las que nos encontramos, cuando aparece el protagonista. La luz del Sevilla Atlético. El faro sobre el terreno de juego de un grupo humano excepcional que se ha desprendido de la vitola de filial nada más aterrizar en Segunda División. Es Borja Lasso. Un chico introvertido a primera vista, que expresa todas sus emociones cuando entra en contacto con la pelota. Llegó al Sevilla FC con 14 años y ahora, con 22, es el espejo en el que se miran los centenares de chavales que cada día acuden en busca de su sueño a la carretera de Utrera. Disfruten de él. Es el fúbol hecho arte. Sangre de nuestra sangre.

Pregunta: - Ya has jugado con el Sevilla FC en varios partidos amistosos. ¿Pensaste cuando llegaste que debutarías con el primer equipo algún día?

Respuesta: - ¡Qué va! Cuando llegué lo veía muy lejos, pero, poco a poco, cumples etapas, subes categorías, y ves cada vez más cerca el sueño. Con trabajo es posible. 

- ¿Cuál ha sido, hasta la fecha, tu mejor recuerdo como sevillista?

- Como jugador, el ascenso del año pasado a Segunda División. No se me olvidará en la vida. Nos costó mucho trabajo. Sufrimos mucho. 

- Es curioso, porque en el verano de 2015 finalizaste contrato y te llegaste a despedir del sevillismo mediante una carta. ¿Cómo se recondujo esa situación?

- En principio no iba a continuar, pero, como ya he dicho muchas veces, le estaré siempre muy agradecido al cuerpo técnico y a la dirección deportiva, que me dio la oportunidad de continuar en el último momento un año más. 
  
- ¿En qué jugador del Sevilla te has fijado siempre?

- El Sevilla FC siempre ha tenido muy buenos jugadores. Que jugaran en mi posición me gustaban Renato y Maresca, y, en los últimos tiempos, Banega. Desde que estaba en el Valencia. He tenido la gran suerte de coincidir con él en entrenamientos, en algún partido, y, además, hice muy buena relación con él. 

"Me gustaban Renato y Maresca. Y, últimamente, Banega. Tuve la gran suerte de coincidir con él en entrenamientos y algún partido"
  
- Precisamente Banega empezó su carrera siendo el típico '5' argentino y acabó jugando en todas las posiciones del centro del campo, incluida la mediapunta. Similar a ti...

- Efectivamente. Estos dos últimos años he jugado más en banda y ahora alterno las labores de mediapunta con las de mediocentro. Ahora estoy más cómodo porque entro más en contacto con el balón, que es lo que cualquier jugador de mi corte quiere: hacer jugar al equipo. El entrenador me da mucha libertad.

- Y del Sevilla actual, ya sin Éver Banega, ¿a quién admiras?

- Si me tengo que quedar con uno, me quedo con Vitolo. Está a un nivel espectacular. Desde que llegó al Sevilla FC ha ido mejorando y yo creo que ha alcanzado su máximo nivel. Tira del equipo, juega en varias posiciones, y en todas cumple. Es un espejo para nosotros. Hace poco estaba en Las Palmas en Segunda y ahora es titular en la selección española. 

"Vitolo es un ejemplo para nosotros. Hace poco jugaba en Las Palmas en Segunda y ahora es titular en la selección española"

- ¿Con qué compañero te llevas mejor dentro y fuera del terreno de juego?

- Con Cotán. Llevamos muchos años juntos. En el campo jugamos en la misma parcela y fuera de él hemos hecho una gran amistad. Hacemos muchos planes juntos.

- ¿Te planteas salir del club algún día?

- Pienso poco en el futuro. Tenemos ante nosotros una temporada muy bonita en Segunda División. Nos lo hemos ganado y, a nivel personal, quiero hacerlo bien. Ojalá pueda continuar aquí muchos años y jugar con el Sevilla FC, pero, por supuesto, sé que es complicado llegar al primer equipo. Lo primero es dejar al Sevilla Atlético lo más arriba posible. Luego, ya veremos... 

"Ojalá pueda continuar aquí muchos años y jugar con el Sevilla FC, pero lo primero es dejar al Sevilla Atlético lo más arriba posible"

- ¿Has tenido algún ídolo en el mundo del fútbol? 

- Sí, muchos. Cuando era pequeñito tenía un montón de camisetas de Aimar, Ronaldinho, Valerón... Y ahora me gustan mucho Isco o Thiago Alcántara. Ese tipo de jugadores que juegan en mi posición. Intento fijarme y aprender de ellos. 

- ¿Qué te ha aportado Diego Martínez en tu carrera?

- Diego Martínez me ha hecho futbolista; antes solo era un jugador de fútbol. Me ha convertido en un futbolista profesional con mayúsculas. Me ha enseñado muchísimo. Me ha hecho mucho más completo. Más capacitado para jugar en la élite. El Borja de hace tres años no tiene nada que ver con el de ahora. Le estoy muy agradecido. 
  
- ¿Cuál ha sido tu gol más determinante hasta ahora como sevillista?

- Sin duda, el que marqué contra el Logroñés en la segunda eliminatoria de los playoff de ascenso. Ese gol fue decisivo porque nos dio el pase. Lo guardo con mucho cariño. 

- Hay una imagen tuya que quedará para la posteridad, subido en la verja del campo principal de la Ciudad Deportiva, alentando a los Biris tras consumarse el ascenso a Segunda División...

- Sí, la recuerdo, claro. El año pasado fue muy bonito, pero muy largo, y se nos pusieron las cosas muy difíciles en el partido definitivo para ascender. Trajimos un buen resultado de Lleida, pero marcaron y nos fuimos a los penaltis, donde empezamos perdiendo. Entonces tiramos de casta y coraje y lo conseguimos. Imagínate la emoción que tenía. ¡Me subí a la valla sin pensarlo! 

- Y después ese abrazo con Monchi...

- Monchi es una de las personas más importantes para el club, y, aunque desde fuera pueda parecer que solo está dedicado al primer equipo, a nosotros nos ha apoyado mucho en los momentos difíciles. Cuando hace dos años luchamos por la permanencia, él siempre estuvo ahí. Siempre que necesitamos algo está, al igual que Miguel Ángel Gómez. Monchi me conoce desde hace muchos años y siempre le estaré agradecido por la confianza que me ha dado. 

"Monchi nos ha apoyado mucho en los momentos difíciles. Cuando hace dos años luchamos por la permanencia, él siempre estuvo ahí"
  
- En cuánto a clasificación, el Sevilla Atlético está tocando su techo, pero... ¿También en cuanto a nivel?

- Nosotros no miramos la clasificación. Ni al principio que empezamos abajo ni ahora. Vamos partido a partido. Queremos aprender y disfrutar de la categoría. Tenemos la posibilidad de firmar una temporada para el recuerdo, pero siempre con los pies en el suelo. La Segunda es muy larga. 
  
- ¿Cuál es la clave de este equipo? 

- Para subir de Segunda B a Segunda hay que hacer muchas cosas bien. No existe una sola clave. Este equipo se caracteriza por ser una piña, sobre todo en los malos momentos. Hemos hecho grandes amistades. Pero solo con eso no vale. Entrenamos mucho y muy bien cada día. Eso es fundamental para cumplir los objetivos. 

- Si pudieras volver atrás, ¿cambiarías algo?

- No, en absoluto. El míster Diego Martínez dice siempre que todo lo que pasa conviene. Mantenernos en Segunda B en la última jornada hace dos temporadas nos sirvió, por ejemplo, para valorar más lo que hemos hecho después y que no nos conformemos con nada ahora. 
  
- Ya has tenido la oportunidad de conocer a Jorge Sampaoli porque hiciste una parte de la pretemporada con el primer equipo y después has estado en algún entreno y convocatoria. ¿Te ha dado algún consejo?

- Sampaoli es uno de los mejores entrenadores del mundo. Ya lo ha demostrado donde ha estado y estoy convencido de que lo va a hacer aquí también en Sevilla. Es muy cercano con los jugadores y siempre que me ve me insiste en que siga haciendo las cosas igual que hasta ahora. 

- Para ti es un técnico idóneo por su filosofía de fútbol...

- Está claro. Todo jugador de mis características quiere un equipo que quiera tener el balón, que sea protagonista. Y el primer equipo busca llevar el peso del partido, someter al equipo contrario. Yo personalmente trabajo para que si Sampaoli me necesita, pueda confiar en mí.  

- ¿Qué es el Sevilla FC para ti?

- Mi segunda casa. Mi segunda familia.

- ¿Y qué sueños te quedan por cumplir?

- Debutar con el primer equipo en partido oficial. He tenido la fortuna de jugar en algún amistoso o de ir convocado en partido oficial, pero aún me falta ese pasito. A ver si este año puede darse...

twitter: @cmsanchezt




 

 

lunes, 7 de noviembre de 2016

Sevilla FC: Los Reyes en el Sur

sevillafc.es
Se presentó un grupo considerable del reparto de la mundialmente conocida serie Juego de Tronos en un palco del Ramón Sánchez Pizjuán con la intención de presenciar un espectáculo a la altura de cualquiera de las feroces batallas libradas en la obra maestra de la productora HBO. Y, una vez más, la realidad superó a la ficción. Porque este Sevilla FC ha pasado, en muy poco tiempo, de soldado a invasor. De vigoroso contendiente a liberador de cadenas. De proyectar lanzas a expulsar fuego abrasador. Este Sevilla FC va de frente, sin miedo a perder. Sin corazas ni armaduras, a pecho descubierto. A veces, vence; y cuando pierde sale reforzado en la derrota porque cae con la cabeza alta y de pie.

 
Jorge Sampaoli es un tipo conquistador. Inquieto. Inconformista. Quizá, si son seguidores de Juego de Tronos, encuentren ciertos paralelismos con Daenerys Targaryen, encarnada por la actriz Emilia Clarke -bufanda sevillista al cuello anoche-. Solo les separa que son hombre y mujer. Por lo demás son seres homogéneos. Ambos quieren invadir el mundo dejando huella a cada paso. Sampaoli quiere ser protagonista siempre, y ya ha conseguido lo más importante para lograrlo: hacer que su pueblo crea en él. En su idea. Cada vez son más sus adeptos. Hasta los más escépticos comienzan a rendirse ante una seductora filosofía capaz de enamorar al más rudo de los mortales. 

Anoche todos los presentes en la fortaleza del Ramón Sánchez Pizjuán vivieron una verdadera batalla entre los Reyes del Sur y los del Norte. Salieron victoriosos estos últimos, gracias, en gran parte, a los divinos poderes de un hombre con corazón extraterrestre. Pero señores, esta guerra aún sigue viva, y nunca lo olviden mientras Jorge Sampaoli siga al frente de este ejército de almas talladas a fuego: El Sevilla FC tiene dragones capaces de abrasar. Hay derrotas dulces, como la de ayer, que refuerzan una idea y, sobre todo, y ante todo, emocionan. Sampaoli dijo en la previa de la batalla que le obsesionaba que su gente saliera con una sonrisa. Consiguió mucho más. Emocionar a toda una legión. A sus defensores y detractores. Señores, somos los Reyes del Sur... Y ha llegado la hora de sacar a los dragones de las trincheras.

 

sábado, 5 de noviembre de 2016

Mariano y Escudero, un asunto bilateral

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Una gran parte del periodismo deportivo más mediático tiende habitualmente a centrar sus miradas, única y exclusivamente, en lo que concierne a los clubes más poderosos. Entiendan por poderosos no solo a aquellos que atestan de trofeos sus vastas vitrinas, sino a esos que, por su propia idiosincrasia o marca, catapultan los niveles de audiencia de los medios de comunicación de masas. El caso de Mariano y Escudero es un buen ejemplo para alimentar esta teoría. Se puede decir, con limitado riesgo de equivocarse, que ambos son en la actualidad la mejor dupla de laterales en la élite europea. ¿Se les viene a la cabeza una pareja de carrileros que esté en mejor forma que ellos dos? Quizá haya algún lateral mejor en el planeta fútbol, los hay de primerísimo nivel, pero como conjunto, ninguno. Pues bien, salvo escasas excepciones, apenas ningún medio de índole nacional se ha hecho eco de este dúo que ahora mismo encandila al sevillismo desde los costados del Ramón Sánchez Pizjuán. 

Mariano y Escudero. Escudero y Mariano. Dos carrileros que llegaron al Sevilla FC de puntillas, como teóricos suplentes de Coke y Tremoulinas, y que en este primer tramo de la temporada se han convertido en imprescindibles para Sampaoli por su inmensa capacidad de hacer toda la banda suya, pero, sobre todo, por su aportación ofensiva. Gracias a la visión táctica de Sampaoli, que ha sabido exprimir todo su potencial, ambos se han reconvertido prácticamente en extremos. En el foco siempre los Nasri, N'Zonzi, 'Mudo' Vázquez, Vitolo, pero sin ellos dos estos brillarían con menos luz. Seguro. ¿Por qué? El Sevilla FC acumula muchos hombres por dentro con el fin de mantener unos niveles desorbitados de posesión, y son Mariano y Escudero los que le dan profundidad al juego. Entiendan que, seguramente, si ambos redujeran el nivel en el que se encuentran, el Sevilla FC carecería de las compuertas necesarias para que los centrocampistas brillasen y pudiesen desarrollar su mejor fútbol. 

Al menos, por fin, uno de ellos, Escudero, se ha visto recompensado con la convocatoria, por primera vez en su carrera, con España. Un premio tan junto como pregonado a los cuatro vientos por los grandes medios cuando su candidatura estaba más que justificada entre cualquier aficionado al fútbol que se precie. A Mariano, sin embargo, quizá le pese jugar en el Sevilla FC. Ya saben... el foco mediático. Muy fresco está el caso de Gameiro. Desde fuera de nuestras fronteras aún se resisten a ver al Sevilla FC como un club dominante desde varios sectores periodísticos y futboleros. Ambos, eso sí, fueron integrados en el último once de la Champions League que elige la UEFA. Un consejo si me permiten: Disfruten de ellos, sevillistas. Tienen calidad para hacernos soñar y, además, un grado de implicación con la camiseta encomiable. Desde Daniel Alves y Antonio Puerta no se había visto tanto caudal ofensivo. Tal torrente de emociones desde la cal. Mariano y Escudero. Escudero y Mariano. Allá donde el foco mediático se resiste a alumbrar, ellos abren el camino del éxito actual de este Sevilla FC.    

twitter: @cmsanchezt

A continuación, pueden ver la jugada del gol de Ben Yedder contra el D. Zagreb, orquestada y elaborada por Escudero y Mariano. El último trabajo de ambos. 


lunes, 31 de octubre de 2016

La carestía del gol

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La décima jornada de la competición doméstica ha puesto a cada cual en su lugar. El Sevilla FC es ahora mismo cuarto en la clasificación del Campeonato Nacional de Liga tras cosechar un empate que supo a derrota en Gijón. ¿Y por qué la cuarta plaza es su lugar ahora mismo? Porque, a diferencia de los tres primeros clasificados (Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid), el Sevilla FC, a día de hoy, ha hecho los mismos méritos en muchos aspectos que este trío de equipos, pero, entre otras diferencias sustanciales, aún carece de contundencia goleadora en muchos momentos. Cierto es que tuvo una efectividad asombrosa contra el Alavés y Leganés, por ejemplo, donde prácticamente chutó a portería las mismas veces que marcó, pero, si se quiere estar en la élite se requiere matar los partidos. ¿Cuál es la solución? La respuesta es clara y cristalina: invertir en gol. 

Ahora mismo, Sampaoli solo cuenta, tras la desafortunada lesión de Carlos Fernández, con dos atacantes: Vietto y Ben Yedder. Y ninguno de los dos son delanteros centros puros. Prueba de ello es que ambos se encuentran más a gusto cuando juegan juntos que si lo hacen solos en punta. Necesitan de juego para encontrar situaciones de gol. Pero, eso sí, hablamos de dos delanteros con condiciones de primerísimo nivel. ¿La solución? Entre otras, un tercer delantero. Distinto. Diferente. Que viva por -y para- el gol. Que necesite un palmo para engatillar. Urge una incorporación en el mercado invernal, y, al parecer, esta vez sí confluyen los deseos de dirigentes y aficionados. Ya dijo el Presidente, José Castro, que la dirección deportiva está peinando el mercado en busca de un tercer ariete que complemente a los que hay en la primera plantilla.

Quizá ese sea el deber más importante que le quede al Sevilla FC por pulir y mejorar, porque el sistema defensivo, amén de desconcentraciones puntuales, cada vez es más sólido. Pero el gol no es solo cosa de dos, ni siquiera de tres, sino de todo el equipo, y hombres como Nasri, Mudo Vázquez o Vitolo deben mejorar sus cifras si el Sevilla FC quiere consolidarse entre los grandes. Afrontamos una semana de máxima exigencia que marcará el futuro más cercano para el equipo. Una victoria contra el D. Zagreb, junto a una de la Juve, daría el pase a octavos de final de la Champions League. Ese el primer gran objetivo del club. Y el domingo, el Barcelona en el Sánchez Pizjuán. A este nivel, cuando la gloria se dirime contra los más grandes, el gol pasa de necesario a imperioso. Ahí deben concentrarse los cinco sentidos. Porque perdonar en estos dos partidos se pagaría caro. Esto es la élite. Gol o hastío.



lunes, 24 de octubre de 2016

El soplo de libertad de N'Zonzi

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En mi cabeza aún resuena el grito desesperado de un aficionado sevillista en un encuentro de la temporada pasada al que asistí en el Ramón Sánchez Pizjuán: "¡N'Zonzi!, ¿a qué juegas?". Eran otros tiempos. Por aquel entonces, el centrocampista francés se encontraba en pleno proceso de adaptación y la grada apenas le concedía margen de error. Había llegado desde Inglaterra, donde jugaba como box to box, y, nada más aterrizar en Sevilla, además de factores tan condicionantes como el idioma o el clima, se encontró con dos futbolistas que compartían zona del campo y que contaban con un gran peso específico dentro del equipo. Nada más y nada menos que Krychowiak y Éver Banega. Emery rápidamente vio en el francés algo distinto de lo que ofrecían los dos anteriores y juntos conformaron un triángulo espectacular. Cada uno cumplía su función: Krychowiak era el ancla en el que se sustentaba el equipo, Banega llevaba la batuta y N'Zonzi se dedicaba a compaginar las funciones de los dos anteriores.

Pero este verano todo cambió. Para el sevillismo fue traumática la marcha de Krychowiak y Banega; para N'Zonzi, un soplo de libertad. El galo, desde la marcha del polaco y el argentino, hizo suya toda la parcela que antes se repartían los tres. Sí, cierto es que ahora tiene por delante a Nasri y a 'Mudo Vázquez, malabaristas del balón, pero el francés se las apaña por sí solo, y con plenas garantías, para cumplir con sus labores de cierre en las acciones defensivas y con sacar la pelota con criterio en las transiciones defensa-ataque. Ayer, contra el Atlético de Madrid, probablemente el mejor equipo de Europa en cuanto a organización defensiva se refiere, dio un auténtico recital de cómo abarcar toda la zona ancha. Y, llegados a este punto, permítanme la osadía de señalar que su gol solo hizo desviar la atención hacia los focos mediáticos, porque su aportación ayer y durante transcurso de la presente temporada va mucho más allá de una zancada que recordó sobremanera al que muchos consideran como el mejor jugador de la historia del Sevilla FC, Frédéric Kanouté. 

Estamos ante un jugador gigante en todos los aspectos, al que, por cierto, urge ampliar su cláusula con celeridad -actualmente 30 millones de euros-. Porque N'Zonzi es más que el partido de ayer. Y mucho más que el gol de ayer. Un futbolista solidario, siempre al servicio de sus compañeros, tanto en defensa como en ataque. Prueba de ello es que suele acabar los partidos con más de un 90% en porcentaje de pases acertados. Quizá se le etiquete por su físico espigado y desgarbado, a priori incompatible con tener un buen trato de balón, pero N'Zonzi cumple a la perfección con esa variante del juego, al igual que con la de generar fútbol con su gran visión de juego. El nuevo Sevilla FC de Sampaoli se ha reforzado ampliamente en la zona ancha para llevar a cabo la idea del técnico argentino de presión constante y buen trato de balón. Ambas cuestiones personalizadas a la perfección en la figura de N'Zonzi, quien, probablemente, a día de hoy, sea el jugador franquicia de este nuevo Sevilla FC. Un dato: en Bilbao, en la única derrota hasta el momento en la Liga, fue reservado para darle descanso; en Madrid, en la Final de la Copa del Rey, faltó por sanción. ¿Casualidad?
 

jueves, 20 de octubre de 2016

Sevilla FC, ¿aspirante o candidato?

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Créanme que la última de las intenciones de estas líneas es generar falsas expectativas o utópicas esperanzas que desvirtúen el objetivo real del Sevilla FC (lograr el billete para Europa una temporada más), pero cierto es que, mientras desde los sectores más puristas del sevillismo se fustiga automáticamente cualquiera que sea el planteamiento de Sampaoli en cada partido, indiferentemente de si acaba en derrota o en victoria, el equipo suma y sigue con paso firme, tanto en la Liga como en la Champions League, donde, a falta de tres jornadas para la conclusión de la Fase de Grupos, se encuentra en una posición privilegiada para acceder a los octavos de final de la máxima competición continental. Tal circunstancia encumbra al Sevilla FC, por méritos propios, a la categoría de aspirante. Pero... ¿Aspirante a qué? 

Aspirante a volver a ser un agitador. Tanto en España como en Europa. Tanto en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde partido a partido está firmando unos guarismos al alcance únicamente de los más poderosos contendientes del continente, como lejos de él, donde en tan solo una semana ha ahuyentado los fantasmas que le tenían sumido en una profunda depresión de resultados en el último año y medio, gracias a sendas victorias en Leganés y Zagreb. El Sevilla FC se encuentra inmerso en un proceso arduo de transformación de una idea, pero, paradójicamente, en el camino ha encontrado la fe. O mejor dicho la ha fortalecido. Y los resultados, a pesar del complicado peregrinaje, han llegado hasta el momento. No existe un aspirante sin el respaldo de los fríos números ni candidato que haya saltado desde la tercera línea hasta la palestra sin antes haberse curtido en farragosas batallas. Ahora llega una gran prueba de fuego para saber si el Sevilla FC es aspirante... o candidato a estar de nuevo entre los más grandes. Los grandes títulos, eso sí, requieren de tiempo y de muchos más factores. Son palabras mayores.

Este domingo, con los guardianes de Nervión como testigos directos, se dirime el estatus esta temporada de un equipo que, veladamente, tiene por objetivo arrimarse al hombro de los poderosos a corto-medio plazo. En frente, el Atlético de Madrid, el mejor ejemplo de que en el fútbol, como en la vida, se puede lograr cualquier meta con esfuerzo. Y fe. Fe en el trabajo diario. En el esfuerzo. Para Simeone, quien defendió esta camiseta con su particular convicción, el esfuerzo es innegociable; para Sampaoli, lo inmutable es que su equipo sea el protagonista de una bella historia. Hacer prisionero al rival con el balón es la filosofía de este Sevilla FC, que tiene ante sí la posibilidad de dar un golpe en la mesa ante los suyos y ante los ojos del merecido líder de la Liga hasta la fecha. De aspirante a candidato hay un trecho, pero de aspirante a defenestrado hay una delgada línea. Ahí se halla este Sevilla FC... en el momento clave para determinar su sino esta temporada. El domingo veremos si el Sevilla FC está preparado, o si, por el contrario, todavía es tan solo un aspirante a candidato para soñar con títulos reservados a los elegidos en un futuro cercano.  

miércoles, 12 de octubre de 2016

Tebas, por la mañana sale el sol

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Por un momento llegué a pensar que otro fútbol era posible.
Que regresar a los tiempos en que los aficionados eran parte activa del deporte rey en España era viable. Por un momento llegué a pensar que otro fútbol era posible. Que imperaría la cordura y se aplicarían medidas para devolver a los espectadores el lugar y la relevancia que les corresponde. Vaya por delante que Javier Tebas, Presidente de la Liga de Fútbol Profesional, ha acometido reformas, a nivel estructural, que han beneficiado a los clubes. A los clubes, recalco, no a sus aficionados. Dijo hace unos días Pepe Castro, Presidente del Sevilla FC, que Tebas
"ha hecho cosas muy importantes para el fútbol español, como luchar contra los amaños, el control económico y conseguir el decreto de los derechos televisivos". Y es verdad. Son hechos objetivos. Al César lo que es del César. En este sentido, hay un ejemplo que afecta directamente al Sevilla FC, y que, todo hay que decirlo, le benefició en su momento. Sin el control económico que estableció el máximo mandatario de la Liga, el Sevilla FC no hubiese disputado la edición 2013-14 de la Europa League, que a la postre ganó. El equipo quedó noveno en la Liga 2012-13, y si jugó en Europa fue porque tanto Málaga como Rayo Vallecano no cumplieron con dicha regulación. 

Pero, más allá de la fachada, el corazón del fútbol se ha degradado de forma alarmante en la primera etapa de Javier Tebas al frente de la LFP. Vivimos inmersos en un turbio sueño de joyas y diamantes donde la mayoría de los clubes han caído rendidos al olor del dinero fácil, hasta convertirse en esclavos de la Liga. Ya nada puede hacer un club cuando le ponen un partido a las 16:15 horas a 35 grados o cuando le fuerzan a jugar a las 13:00 horas de un sábado para que el partido, supuestamente, sea de máxima audiencia en China, porque hay mucha plata detrás. Y, para colmo, hay que enfrentarse con los altos estamentos cuando te exigen ubicar a tus aficionados en Fondo, en un partido de Segunda División, con el sol de cara a altas temperaturas, y quedando la grada de Tribuna completamente vacía, para que las cámaras de televisión reflejen una sensación de lleno. Señor Tebas, me sonroja tener que decirle esto, pero no sé si sabrá usted que en Sevilla sale el sol por la mañana. Sí, por la mañana sale el sol. Y con mucha fuerza. A veces se torna insufrible. Más si cabe en verano, durante todo el día. ¿Es consciente, verdad?  

La LFP, con usted a la cabeza, nos ha dejado claro que el problema es nuestro. De los aficionados. De los que vamos al Ramón Sánchez Pizjuán y al resto de campos a animar a nuestro equipo. Tanto que 'formar la gozadera' en un estadio está considerado delito. Bien recordarán aquella pancarta en Gol Norte en el derbi de Copa del Rey de la temporada pasada que supuso una propuesta de sanción económica al club por parte de Antiviolencia amparada por la LFP en un primer momento. Inaceptable. Cierto es que el Sevilla FC recurrió aquella sentencia. Pero ahí se quedó todo. La pelota, en el fondo, está en nuestro tejado. La LFP empuja al aficionado con sus medidas a no acudir a los estadios, a ver los partidos desde casa, en el sofá, tranquilamente, cervecita o refresco en mano, como prefieran, para así mejorar las cuotas de audiencia y evitar cualquier conflicto, que, casualmente, siempre tiene a la hinchada sevillista como protagonista. Esta es nuestra Liga. La que hemos tenido durante tres años y la que tendremos otros cuatro más si es que Tebas no decide montar otra pantomima, dimisión mediante, para presentarse otra vez y apoltronarse como hace su archienemigo José María Villar. Algún día los que mandan se darán cuenta de que el fútbol existe por y para los aficionados. Y se lo digo al señor Tebas, pero también insto al presidente de mi club, Pepe Castro, a luchar por los suyos y solo por ellos, los guardianes de Nervión. 

lunes, 10 de octubre de 2016

Leganés, preludio del 'Nunca se rinde'

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Javier Labandón, conocido como El Arrebato, comenzó la segunda estrofa del Himno del Centenario del Sevilla con la frase que, probablemente, más ha interiorizado el sevillismo desde la primera vez que sonó en el Ramón Sánchez Pizjuán: "Dicen que nunca se rinde". Esta afirmación, que actualmente luce inamovible en Gol Norte, bien puede resumir el devenir del Sevilla FC a lo largo y ancho de su historia. Y quizá, entre los capítulos que pudieron inspirar a El Arrebato para aquella obra maestra, esté el que sucedió el 30 de septiembre de 2000 en Leganés.  

Aquella gélida tarde (nada que ver con las suaves temperaturas que hemos vivido este año por esas fechas) pudo gestarse el actual Sevilla. Sí, como lo escuchan. Algo cambió en aquel encuentro. Mejor dicho, en aquel descuento. Os lo aseguro. Estuve presente en Butarque. El Sevilla había arrancado con muy buen pie su andadura en Segunda División a pesar de las dudas que despertaba el nuevo proyecto tras haber descendido. Roberto Alés se hizo con la presidencia del club; Monchi cogió las riendas de la dirección deportiva y Caparrós fue el elegido para reflotar a un equipo que llevaba años a la deriva. 

Con una plantilla confeccionada prácticamente a coste cero, el Sevilla FC logró sumar cuatro victorias consecutivas en las primeras cuatro jornadas. Pero, a pesar de lo que dicta la lógica de los resultados, no fue hasta esa quinta fecha en Leganés cuando todos, absolutamente todos, equipo y afición, fueron conscientes de que ese equipo estaba hecho de otra pasta. Recuerdo como si fuera ayer que fue un mal partido de los nuestros. Muy mal partido. Apenas tres toques seguidos y escasísimas ocasiones de gol. Si la memoria no me falla, diría que ninguna hasta aquel mágico minuto 94 que cambió todo. 

Una jugada aislada, un balón suelto que recogió Marcelo Otero (integrante de aquel 'Sevilla de los uruguayos', junto a Tabaré, Podestá, Nico Olivera o Zalayeta), lo remachó a la red para delirio de todos los que allí nos dimos cita para animar y dejarnos la garganta por los de 'colorao'. Mención aparte merece la reacción de los protagonistas. A día de hoy podría asegurar que pocas veces he visto a un equipo y a un cuerpo técnico celebrar un gol como aquel empate. Como si de una final se tratara. Recuerdo a los suplentes adentrándose en el terreno de juego para abrazar a los que estaban en el césped y festejar el tanto.

Ahora, con perspectiva, quizá no seamos capaces de darle la importancia real que tuvo aquel partido. Quizá nos suene disparatado o excesivo, pero, señores, les aseguro que aquel equipo se dio cuenta, en ese minuto 94, que para vencerles habría que derramar sangre; que para tumbarles habría que doblegarles y después enterrarles. Buena cuenta dieron en Ferrol meses después tras un capítulo calcado al de Leganés. El epílogo ya lo saben ustedes. El Sevilla FC ascendió a Primera con suficiencia. Con un equipo a base de retales, pero con jugadores de una extraordinaria raza como Notario, Pablo Alfaro, Prieto, David o Casquero, entre otros, quienes agarraron el escudo como si fuera suyo y lo defendieron hasta el final de sus días en Nervión. Ojalá que aquella fuerza inusitada, aquel espíritu de equipo que surgió de ese minuto 94, se reencarne de nuevo el sábado en Leganés para ganar por fin lejos de Sevilla. Ya saben, dicen que nunca se rinde...

twitter: @cmsanchezt

A continuación, les adjunto el artículo de Roberto Arrocha, publicado hoy día 10-10-16, en orgullodenervion.com, donde podrán leer interesantes testimonios y anécdotas de algunos de los jugadores que disputaron aquel partido: 
http://sevilla.abc.es/deportes/orgullodenervion/noticias/sevilla-fc/marcar-94-butarquenos-creer-se-podia-112645-1476042675.html



 

martes, 4 de octubre de 2016

Tres grandes logros hasta la fecha

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El calendario de clubes efectúa el rutinario parón de principios de octubre y llega el momento de hacer balance del primer mes y medio de competición. De antemano, la única herramienta objetiva de valoración es la clasificación. En el supuesto del Sevilla FC, los puntos obtenidos marcan la tendencia de un equipo claramente al alza, en plena fase de transformación, pero que, afortunadamente, ha arrancado ya un buen puñado de puntos tanto en la Liga (14 de 21 posibles) como en la Champions League (4 de 6). Ambos guarismos son el fiel reflejo de que el equipo, a pesar de las feroces críticas de un sector de la afición, continúa con paso firme hacia la excelencia en juego -y resultados- que busca Jorge Sampaoli. Pero, más allá de los datos objetivos, se han conseguido otros tres retos incluso más importantes a estas alturas: 

1. Simbiosis equipo-afición: Uno de los grandes logros de Unai Emery al frente del Sevilla FC -amén de los títulos que consiguió- fue atraer de nuevo a la grada. Supo tocar el corazón del sevillismo con su mensaje y consiguió repoblar de nuevo el Ramón Sánchez Pizjuán hasta convertirlo en un fortín prácticamente infranqueable gracias a la unión que se generó entre los aficionados y los jugadores. Tras su marcha, las dudas sobre la continuidad de esta idílica relación fueron lógicas, el sevillismo estaba identificado con una determinada forma de juego, pero Sampaoli dio definitivamente con la tecla en la segunda parte del partido contra el O. Lyon. Esta vez más por fútbol que por palabras; más por los acordes de una bella sinfonía que por literatura. El equipo se volvió a meter en el bolsillo a una afición que empieza a creer de verdad en el nuevo ideario que plantea el técnico argentino y su cuerpo técnico. 

2. Aceptación de variantes tácticas: Cuando se confirmó el fichaje de Sampaoli, discípulo declarado de Bielsa, todo el sevillismo pensó que el técnico argentino se mantendría fiel a un esquema concreto en cualquier situación, sin importarle la entidad del rival o las diferentes situaciones del juego. Pero ha sucedido todo lo contrario. Sampaoli ha demostrado ser flexible en la pizarra; ha utilizado ya varios sistemas y ha usado a algunos jugadores en diferentes posiciones con el fin de aumentar su rendimiento. Un claro ejemplo de ambas situaciones fue el partido de Turín, donde el Sevilla FC arañó un valioso punto que bien puede valer a la postre una clasificación para los octavos de final de la Champions League. Un encuentro que se afrontó desde la consistencia defensiva, al contrario de lo que sucedió en las segundas partes contra el Espanyol, O. Lyon o Alavés, donde el equipo fue un ciclón en ataque. 

3. Jugadores 'enchufados': Solo se lleva disputado apenas un mes y medio de competición y todos los jugadores -a excepción de los lesionados de larga duración- ya han sido protagonistas destacados en diferentes etapas. El último en apuntarse ha sido Ganso, un futbolista con una calidad sobresaliente, con un último pase al alcance solo de los mejores mediapuntas del planeta fútbol, pero con el déficit de haber llegado de una liga con un ritmo de juego menor. Su asistencia contra el Alavés habla por sí sola, y, si se adapta, será muy importante para Sampaoli. Además, el paso al frente de los cuatro nuevos capitanes (Iborra, Pareja, Carriço y Vitolo) y de jugadores como Mariano o Escudero, más a la sombra el pasado curso, invitan al optimismo. Solo resta que la adaptación de todos los fichajes se produzca más pronto que tarde. Correa, Kiyotake o Kranevitter, entre otros, darán mucho que hablar. Seguro.  

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miércoles, 28 de septiembre de 2016

Identidad antes que búsqueda

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Los grandes pueblos que dejaron huella a lo largo de la historia lo hicieron piedra a piedra. Batalla a batalla. Entre una y otra se forjaba el destino de gente que antes que celebrar una victoria anhelaba con súbito deseo una identidad propia. De nada servía saborear la victoria sin sentirse identificado con el propósito de quienes dejaban su vida en los áridos campos donde se dirimía el éxito o el destierro. Las gentes, mujeres y hombres, aspiraban a percibir un trozo de tierra como suya. De trazo definitorio e inimitable. Y algo así, con más o menos historia, ocurrió tras el descanso del Sevilla-Olympique de Lyon, correspondiente a la segunda jornada de la Fase de Grupos de la Champions League.

En medio de la transformación que supone pasar de Emery a Sampaoli, de la trinchera al ataque frontal, el público que se dio cita en el Ramón Sánchez Pizjuán y todos los sevillistas disgregados por el mundo sintieron, quizá por primera vez, a este Sevilla como algo suyo. Y es que fue salir el Sevilla FC tras la reanudación y el equipo enseñó a la grada qué quiere ser. Falta engrasar todas las piezas para conseguirlo, pero el primer paso ya está dado. Porque comenzaron a asociarse Nasri -capaz ya de manejar a todo un escuadrón-, N'Zonzi, Vitolo y Vázquez, escoltados en los flancos por los incombustibles Mariano y Escudero, y el Sevilla FC mostró el sello que pretende poner en circulación, consumándose en el decisivo gol de Ben Yedder, posiblemente determinante para la clasificación.

La meta de este equipo es llegar a la victoria mediante un fútbol lustroso y asociativo, pero también hacerlo por la intensidad, por la recuperación inmediata tras pérdida o por el ataque conjunto. Esa combinación, tan atractiva como complicada de aplicar, se vio a grandes trazos en la segunda parte de ayer y logró algo aún más difícil todavía: enganchar a una afición que andaba dubitativa y con pies de plomo ante la posibilidad de que la frustración le arrebatase eso que se ansía antes incluso que la victoria. El sentimiento de pertenencia. La identidad. Inmenso mérito el de ayer. Una batalla más ganada. Pero, sobre todo, una gran piedra puesta, quizá la más importante. La que une al sevillista con los que están en el césped. La que lleva tallada dos palabras: equipo y afición. 

martes, 20 de septiembre de 2016

Sevilla Fútbol Club, cuestión de piel

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Las cosas realmente importantes en la vida son las que rozan el alma; las que erizan la piel; las que encogen el corazón. La caricia de una madre, el abrazo de un padre, la mirada protectora de un hermano o el beso apasionado de quien ama con locura. Todo lo que merece la pena, todo lo que nos hace vivir es simple y llanamente cuestión de piel. Y es que por los tuyos, por esos que son parte de ti, vas a la guerra desnudo y sin armas si hace falta. Con el corazón siempre mandando sobre la cabeza. Con la mirada bien alta y los pies en el suelo. Pero, sobre todo, con la sangre hirviendo. Con las emociones a flor de piel, como todos y cada uno de guardianes de Nervión cuando llega el gran derbi.

Y es que hoy es de esos días que das la vida por los tuyos sin que te lo pidan. Porque sabes de sobra que necesitan de ti; porque de nada sirve lo que ocurrió ayer ni pensar un segundo en lo que deparará el futuro. Importa el hoy. Solo hoy. Y hoy nos jugamos la vida en 90 minutos. Así de simple. Así de sencillo. Hoy es de esos días en que los nuestros necesitan de tus abrazos, de tus besos, de tu pasión. Hoy hay que ganar sea como sea. Porque en juego está nuestra familia. Nuestro hogar. Nuestra ciudad. Puede que hayamos nacido para dominar Sevilla, pero Sevilla se conquista derbi a derbi. Tan dulce y grato es el sabor de la victoria como amargo el de la derrota, pero, cierto es, efímero en ambos casos.

No nos engañemos. Nada supone más placer al sevillismo que ganar al Betis. Es un sentimiento. Así que dejémonos la garganta y abracémonos a quien tengamos a nuestro lado porque unidos, y solo unidos, se gana un derbi. La historia ha demostrado que de nada sirve en qué situación llega cada uno, sino que mandan otros factores como la fuerza y la determinación con la que se afronta cada duelo. Y en eso tenemos que mantenernos firmes. Es innegociable. Ser los guardianes de Nervión es un privilegio y teñir Sevilla de rojo y blanco, de punta a punta, una vez más, casi una obligación. Como la que tenemos con nuestras familias. Con nuestros amigos. A nosotros solo se nos pide una cosa: aliento. Que nos sientan. Que sientan nuestra respiración. Nuestros rivales y los nuestros. Un derbi escapa de lo futbolístico. Es, más bien, un acto de pasión. De piel, ya saben...


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jueves, 15 de septiembre de 2016

Sergio Rico ya lo hizo contra la Juventus

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La parada de Sergio Rico en el descuento del partido de la primera jornada de la Fase de Grupos de la Champions League 2016-17 contra la Juventus dio buena muestra, una vez más, de la clase y la madurez de un portero joven con un enorme margen de crecimiento, que es observado permanentemente con lupa por una buena parte del sevillismo. El rendimiento de Sergio Rico ha sido muy discutido desde que se instaló en el primer equipo tras una desafortunada lesión de Beto -por aquel entonces guardameta titular-, al alternar actuaciones soberbias con otras menos afortunadas. Como cualquier otro jugador, dicho sea de paso.

Hoy es el centro de todos los halagos después de la salvadora intervención de anoche en el Juventus Stadium, pero... ¿Saben que la temporada pasada hizo una parada aún más decisiva contra la Juventus en el Ramón Sánchez Pizjuán? El Sevilla FC estaba eliminado de la Champions League, pero aún se jugaba, en la última jornada de la Fase de Grupos, poder engancharse a la Europa League, su competición fetiche. ¿Recuerdan cómo acabó el cuento, verdad? Nada de eso hubiese ocurrido si no fuera porque Sergio Rico despejó a córner un lanzamiento a bocajarro del exjuventino Morata en el tiempo de descuento.

Ahora parece que algo ha cambiado, que las dudas se han disipado de un plumazo. A veces es complicado dar respuesta a determinadas reacciones, pero, visto lo visto, el rendimiento del canterano se ha incrementado, aún más si cabe, con la llegada de un guardameta de caché internacional como es Salvatore Sirigu. David Soria es un portero en ciernes con un gran futuro, pero el arquero italiano viene con muchas batallas a sus espaldas. Quién sabe si eso ha servido de estímulo a Sergio Rico... Lo que es indudable es que el portero sevillano ya ha resultado crucial en el presente curso para que el Sevilla puntuara en feudos tan complicados como El Madrigal o el Juventus Stadium. Y es que su leyenda se agranda a pasos agigantados como su estirada de anoche... 

(En el vídeo pueden ver la decisiva parada en el tiempo de descuento de Sergio Rico la temporada pasada. Sin esa intervención, quizá el Sevilla no sería Pentacampeón. Minuto 1:05)






lunes, 12 de septiembre de 2016

La mejor aportación del capitán Vicente Iborra

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El entrenador del Sevilla FC, Jorge Sampaoli, dijo en la previa del partido contra Las Palmas que en un fútbol donde predomina el negocio es halagador ver como futbolistas como Vitolo o Iborra anteponen el sentimiento de pertenencia a un club al llamativo abrigo del dinero. Del canario poco más que añadir de todo lo que se ha dicho y escrito de él en los últimos días. Es un futbolista top y su compromiso ha quedado patente con la firma de la ampliación de su contrato. Pero permítanme ser justo con Vicente Iborra. Más alejado del foco, menos mediático, y quizá, sí, menos vistoso en el terreno de juego. Pero imprescindible dentro del vestuario. Su reciente designación como capitán es solo el justo premio a quien ha defendido la camiseta del Sevilla FC como si hubiera crecido en la Carretera de Utrera. 

Iborra llegó hace tres años a Nervión y, desde entonces, su implicación ha sido intachable. Cuando le toca jugar, derrocha hasta la última gota de sudor por los de 'colorao' y cuando no lo hace está siempre para arrimar el hombro a los suyos. Sí, ese que ven en la imagen que ilustra este texto -de espaldas, con camiseta roja de calentamiento- es Vicente Iborra. Y ese abrazo a un canterano como Carlos Fernández, que acababa de marcar su primer gol en el Campeonato Nacional de Liga con el club de su vida, es el fiel reflejo de lo que significa Vicente Iborra para el resto de sus compañeros. Un ejemplo a seguir. Un futbolista que nunca hinca la rodilla y que, ante todo y sobre todo, nunca deja languidecer a ninguno de los suyos. Iborra es compañero. Y líder. Por supuesto. Siempre es el primero en ir a la batalla y en dar la cara por todos. Tanto dentro como fuera del terreno de juego. Bien lo saben ustedes. 

Antes del cierre del mercado tuvo la oportunidad de marcharse, pero su arraigo a Sevilla y al Sevilla FC es tal que desechó un buen puñado de libras como el que se despoja de un pantalón usado. Probablemente sería perfectamente prescindible en el ideario de Sampaoli por sus características futbolísticas, pero hay factores innegociables fuera de la cancha que pueden, por sí solos, convertir a un grupo humano en un equipo campeón. E Iborra bien sabe de eso. Absorbió sevillismo desde el primer día que aterrizó para después inculcarlo a todo aquel que llegó. ¡Y vaya si lo hizo! Ahora, junto a Carriço, Pareja y Vitolo -el resto de capitanes- ha conseguido crear un vestuario sano y ganador. Independientemente de quien entre o salga de él. Porque Iborra siempre estará al servicio del club; al servicio del compañero que le necesite; al servicio de los aficionados. Siempre anteponiendo el escudo a sus intereses personales. Por eso es capitán. Nuestro capitán. Y por eso es y será siempre uno de los nuestros. 

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sábado, 3 de septiembre de 2016

Carta abierta de agradecimiento a Monchi

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Querido Monchi:

Gracias. Muchas gracias. Probablemente nunca leas esta carta, pero necesitaba decírtelo. Y creo que comparto el sentimiento de todo el que siente en blanco y rojo. Has vuelto a hacerlo. Has vuelto a lograrlo. Has conseguido ilusionar al sevillismo de nuevo. Sí, una vez más. No tengo el placer de conocerte, pero por tus palabras entiendo que ha sido un verano difícil. Quizá el más complicado desde que eres Director Deportivo del Sevilla FC. Personalmente, entendí desde el primer instante tus motivos para querer marcharte. ¡Cómo no entenderte! El Sevilla es una pasión irrefrenable que en ocasiones desgasta e irremediablemente agota. Y de eso solo podemos dar fe quienes entendemos de esta locura.

Pero verás, en los tiempos que corren hay pocas personas capaces de generar tanta ilusión a un colectivo. Más cuando se trata del sevillismo. Exigente como pocos. Y tú lo has hecho. Insisto, una vez más. Porque, a pesar de tu necesidad humana, a pesar de tener que coger aire, a pesar de pedir volver a respirar, tuviste el coraje y la fuerza para levantarte como siempre -como hiciste en aquella fatídica tarde de Oviedo- para regalarnos una sonrisa nueva. Y te advierto que te comprendemos. Tenlo por seguro. Pero también debes saber que para nosotros hace tiempo que dejaste de ser solo un Director Deportivo. Eres mucho más que eso. Imposible de explicar con palabras. Y sabrás también, como has podido comprobar, que nosotros somos y seremos siempre tu respiro cuando te falte el aire. Porque, sencillamente, nos has dado todo. Por eso, querido Monchi, estaremos eternamente en deuda contigo.

Déjame, si me lo permites, decirte una última cosa. Siempre me he identificado contigo cuando has confesado en alguna ocasión que el Sevilla FC te quita vida. Que te es difícil relativizar todo cuando las cosas salen mal. Yo, desde fuera, he vuelto a casa miles de veces desconsolado tras ver perder al Sevilla FC algún partido, haciéndome la maldita pregunta de por qué sufrir así por algo con lo que no nací. Soy madrileño y en Madrid resido, y me enamoré del Sevilla FC estando en Segunda División. Y creéme si te digo que la soledad que provoca una derrota un domingo desangelado de invierno es brutal. Desgarradora. Pero la respuesta nunca se hace esperar. Este sentimiento es indescriptible y, por suerte o por desgracia, te agarra con una fuerza desmesurada desde el día que lo inhalas por primera vez. Hasta la muerte. Sí, hasta la muerte. Entiendo que nada tiene que ver vivirlo desde dentro, pero hay algo intangible que nos une a todos los sevillistas, a los nacidos y a los de adopción como tú y yo: La pasión por los de 'colorao'. El amor eterno a unos colores. Y eso, querido Monchi, es lo que tú nos transmites cada día con tu trabajo y dedicación. Gracias, muchas gracias de corazón, por dejar tu vida por el Sevilla FC. Y por todos y cada uno de los guardianes de Nervión.