miércoles, 18 de octubre de 2017

En las malas y en Moscú

sevillafc.es

Anoche costó conciliar el sueño. Como hacía mucho tiempo. Bien sabrán de qué hablo. De la humillación en el campo de batalla pasamos en segundos a un estado de desasosiego donde las preguntas se agolpaban, y las respuestas -como el alma del Sevilla FC- se desvanecían. Ninguna explicación colmaba ni calmaba nuestra galopante indigestión. Nos saquearon las entrañas en Moscú. Nos arrancaron el corazón en cinco bocados. Fuimos un equipo sin rostro tras la segunda puñalada, quizá porque nos dejamos nuestra identidad en Bilbao días antes. Olvídense de análisis tácticos. Cuando te tumban de forma tan hiriente, la cuestión va mucho más allá de un mero análisis futbolístico. Se trata de casta y coraje. Dos términos inherentes a nuestro escudo, que han sido profanados dos veces en una semana. 

Cerrar los ojos y mirar hacia delante como si nada hubiese pasado sería el mayor error. Quien olvida su historia está condenado a repetirla. Caer, levantarse y echar la vista atrás para aprender de los errores. Nada de pasar página, como predijo el maestro José Félix Machuca en la previa del partido de anoche. Tampoco es momento de fustigarnos. Las conclusiones, al final de temporada. Ahora es cuando realmente irrumpen los verdaderos equipos. Cuando emergen los vestuarios unidos. Resurgir de las cenizas es una obligación para un grupo que anoche pareció un armario de liquidación, sustentado por inercia y víctima de su propia cojera. Toca revisar el vídeo de anoche tantas veces como haga falta hasta entender que se puede perder, pero nunca tirando la dignidad por el camino. Ahora es cuando debemos mantenernos unidos. Equipo y afición. Cerrar filas. 

Como reza el dicho: "Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite". No todos tienen la suerte de llorar entre semana. Recuérdenlo. La de anoche ya es una de las páginas más sangrantes de la historia del Sevilla FC, pero, por todos es sabido que lo que no te mata te hace más fuerte, y, aunque desangelados y desorientados, remar en la misma dirección es la única opción. Hay margen de maniobra y materia prima como para pensar que solo se trata de una violenta marejada. Confiemos en Berizzo. Confiemos en quienes nos representan en el terreno de juego. Aunque anoche nos dejasen sin argumentos, ellos nos trajeron hasta aquí. Aprieten los dientes, Guardianes. Se avecinan olas de grandes dimensiones. Ahora más que nunca, Sevilla Fútbol Club. En las malas... y en Moscú.  Ustedes deciden. ¿Se quejan o se quedan?

Carlos Sánchez
twitter: @cmsanchezt

miércoles, 4 de octubre de 2017

Escudé: "En los minutos previos contra el Schalke 04, teníamos una sensación de invencibilidad que jamás volví a sentir"

sevilla530.com

Echen la vista atrás por un instante. Retrocedan en el tiempo hasta rememorar al que para muchos fue el mejor Sevilla FC de la historia. Aquel equipo que nos devolvió las primaveras y saldó la deuda con nuestros abuelos. Un conjunto de futbolistas con un hambre voraz, que sació nuestros agrietados corazones a golpe de títulos e innumerables noches para el recuerdo. Allí estaba Julien Escudé, el último en subirse, en enero de 2006, al barco que nos transportó a Eindhoven cuatro meses después. Ahora, involucrado de lleno en un proyecto hostelero familiar, nos abre las puertas del primer restaurante que abrió junto a su mujer en Madrid: SQD (calle Villanueva, 2), al que recientemente se ha sumado el BB Bistrot. Un tipo elegante en las distancias cortas, como cada vez que pisaba el césped del Sánchez-Pizjuán, que nos cuenta cómo fue su etapa en el Sevilla FC y cómo se enamoró de Sevilla para siempre.  

- Pregunta: - ¿Qué es más complicado, gestionar un restaurante o defender a algunos de los mejores delanteros del mundo?

- Respuesta: - Ambas cosas son complicadas. Encontrarte con los mejores delanteros del planeta conlleva un gran esfuerzo. Ahora, he comenzado una nueva vida en el mundo de la hostelería con mi mujer. Es también difícil hacerse un hueco. Se puede decir que antes trabajaba más las piernas y ahora el cerebro. 

- ¿Tenías claro cuando estabas en activo que querías apartarte del mundo del fútbol cuando te retiraras? 

- Cuando jugaba en el Stade Rennais, conocí a un amigo que llevaba varios restaurantes y me gustó bastante ese gremio. Más tarde, en Sevilla, conocí a mi actual mujer, que se dedicaba también a la hostelería. Solo vivimos una vida: en el fútbol logré mis objetivos, y quería compartir un proyecto en común con ella. 

- ¿Volverás al mundo del fútbol en el futuro?  

- Nunca cierro las puertas. Es mi pasión. Estoy muy cerca. Me he dedicado al fútbol toda mi vida, pero ahora mismo estoy muy ocupado en sacar adelante mi empresa. 

- En Sevilla son muchas las voces que comparan a Clément Lenglet con Julien Escudé. ¿Crees que realmente guarda similitudes contigo?

- Monchi siempre tuvo ojos en el mercado francés y quizá por el buen rendimiento que pude dar, buscó en Lenglet un perfil parecido al mío, que fuera complementario a los defensas que ya había en la plantilla. Evidentemente es muy parecido, sí. Central, zurdo, francés, con buena salida de balón... Juega muy bien y seguramente tenga mucha continuidad en el Sevilla FC.

- ¿Crees que tiene margen de crecimiento para llegar a ser un central de referencia en el fútbol europeo?

- Para él, después de venir de un equipo como el Nancy, llegar al Sevilla FC ya ha supuesto un paso muy importante para ser más grande en su carrera. Y está consiguiéndolo. Es titular, se lesiona poco y tiene una gran mentalidad competitiva. Reúne todos los requisitos para poder ser un referente en el futuro. 

"Lenglet reúne los requisitos para poder ser un referente en el futuro:
es titular, se lesiona poco y tiene una gran mentalidad competitiva"

- Para muchos sevillistas y expertos, el mejor Sevilla FC de la historia fue el de la 2006-07... ¿Qué tenía de especial aquel equipo? 

- Antes de todo, tengo que decir que el Sevilla FC nos dio la gloria a los jugadores. Nos otorgó fama y prestigio internacional a cada uno de nosotros. Era un equipo que proyectaba alegría en el campo, fuerza en ataque, potencia defensiva y contaba con sobrada calidad técnica. Por todo esto, ganamos tantos títulos en tan poco tiempo.  

- ¿Hubo algún secreto para tanto éxito?

- Fue un conjunto de muchas cosas. Es difícil de explicar. Primero, la visión de Monchi para fichar a una serie de jugadores que, a priori, podían complementarse. Todos jugadores con hambre de títulos. A eso se sumó una afición que tenía la expectativa de ver a su equipo algún día entre los grandes, y un buen entrenador como Juande Ramos, que logró sacar lo mejor de nosotros. Teníamos la sensación de que en el campo cada uno sabía bien su tarea. Nos respetábamos fuera y dentro del terreno de juego. Y luego la calidad de todos terminó por confeccionar un equipo potente. 

"¿El secreto de nuestro éxito? La visión de Monchi, jugadores con hambre de títulos, una afición con expectativas y un buen entrenador"

- Mójate sobre un debate muy latente en la Sevilla blanca y roja. ¿Cuál ha sido el mejor Sevilla FC? ¿El vuestro o el de Unai Emery?

- Unai Emery hizo algo excepcional: ganar tres Europa League consecutivas. Nosotros logramos dos, pero también otros títulos muy importantes como la Copa del Rey o Supercopas de España y de Europa. Los años pasan, los futbolistas son distintos... No me gusta comparar. Lo importante es que ambas etapas han quedado grabadas en la historia del Sevilla FC. 

- Faltó la guinda de aquella Liga... ¿Estás de acuerdo con quienes piensan que se perdió el título por el arbitraje contra el Mallorca en la penúltima jornada?

- No. Los actos dictan que todo se resuelve en los dos últimos partidos del campeonato, pero la realidad es que la Liga se juega desde la primera hasta la última jornada. Si hubiéramos hecho mejor las cosas quien sabe si hubiésemos llegado campeones a Mallorca, pero al final todo se aprieta y nos quedamos con lo último. Y no es así. Evidentemente, existió frustración porque éramos el Sevilla FC y eso lo hacía más difícil. Fue doloroso. Pero echar la culpa al arbitraje es injusto. Los partidos se ganan en el campo, durante noventa minutos. Son cosas de la vida.


"Culpar al arbitraje de Mallorca es injusto. Si hubiéramos hecho las cosas mejor, quien sabe si hubiésemos llegado como campeones a Mallorca"

- ¿Qué recuerdo guardas de Antonio Puerta?

- Era un tío alegre. Siempre estaba contento. Venía por la mañana a la Ciudad Deportiva cantando. Tenía la identidad propia del andaluz, sevillano y sevillista. Fue, evidentemente, el trago más doloroso para nosotros, que lo vivimos desde dentro. Y para todo el sevillismo. Me quedo con su imagen de juventud. De alegría.

- ¿Quién fue el mejor jugador con el que jugaste en el Sevilla FC?

- El que más me impactó fue Daniel Alves por su alegría en el campo. Un tipo muy competidor, con una gran calidad técnica y una enorme fuerza física. Era incansable. A la vista está la proyección que ha tenido. Cuando le veía junto a Jesús Navas me ponía en la piel de nuestros rivales y pensaba en el sufrimiento que pasarían para pararles. ¡Imagínate! ¡Eran dos bombas! Al igual que Adriano con Puerta... 

"Cuando veía a Daniel Alves junto a Jesús Navas, me ponía en la piel de nuestros rivales y pensaba en el sufrimiento que pasarían para pararles"

- Qué pareja formaste con Javi Navarro...

- Era increíble. Apenas teníamos relación fuera de nuestra profesión, pero en el campo nos entendíamos con solo mirarnos. Teníamos mucha química. Aprendí muchísimo de él. Era espectacular cómo movía a toda la defensa. Como hacía el fuera de juego. Dominaba todos los aspectos defensivos a la perfección.


- ¿Cuál fue tu mejor momento en el Sevilla FC?

- Sin duda, la semifinal contra el Schalke 04. Jugándonos una final. El estadio lleno... ¡Cuánto sufrimiento! Recuerdo a la gente llorando. Sabíamos que era nuestro momento. Y después del partido, cuando llegamos a la Feria, me preguntaba: "¿Dónde estoy? Estoy viviendo un sueño". ¡Habían pasado solo unos meses desde que llegué a Sevilla y no podía creer lo que me estaba pasando!


- ¿Qué recuerdas de los momentos previos a aquel encuentro?

- Los momentos de mayor tensión se viven antes de los partidos. Recuerdo que había una chispa especial. Todos unidos. Como toros. Palop gritaba desgañitándose. Nos sentíamos gladiadores. Escuchábamos a todo el estadio como una bombonera desde dentro del vestuario. Pensábamos: "Hoy nos dejamos aquí hasta la piel. No podemos perder". Teníamos una sensación de invencibilidad que nunca jamás volví a sentir.  

"Antes del partido contra el Schalke 04 había una chispa especial. Teníamos una sensación de invencibilidad que jamás volví a sentir"

- Y después llegó Eindhoven...

Fíjate. Unos meses atrás estaba en el Ajax, donde no jugaba, y cuatro meses después estaba disputando una final en casa de su eterno rival. Ganar de la forma que lo hicimos... Sinceramente, en aquella época no éramos conscientes de lo que habíamos hecho. También recuerdo como anécdota el follón que había en el vestuario a media hora de comenzar la final. Era increíble. No dejaba de entrar gente que no conocíamos de nada, y los brasileños, mientras tanto, haciendo un rondo. Eso nos generó una sensación de bienestar. Experimentamos una presión distinta.

- ¿Crees que el Sevilla FC puede llegar a ganar la Liga algún día?

- Es la lucha. Cada fin de semana es la Liga. Es la competición más difícil. Da la regularidad. Trabajas todo el año por y para la Liga. Luego hay otros factores necesarios como la unión y la chispa que tuvimos nosotros, que estuvimos a punto de ganarla. Ahora es más difícil. El Atlético también está ahí. Pero nunca se sabe. Si enganchas una buena dinámica, si respetan las lesiones, si todo el grupo está animado, si existen rotaciones... A mí me gusta este Sevilla FC. Tiene criterio. 

- ¿Te gusta esta plantilla entonces? ¿Crees que está compensada?

- Sí. Son jugadores con hambre. Y luego hay individualidades como Banega, la defensa me parece que es potente, un portero internacional... Tiene un buen conjunto. Creo que pueden hacer grandes cosas. En este comienzo de temporada estoy disfrutando viendo al equipo. Me gusta también N'Zonzi; tiene cosas de Keita. 

- ¿Añoras Sevilla? 

- Echo de menos mis paseos por el Paseo de Colón. El calor. La luz. La gente. Disfrutaba mucho de la ciudad. Sevilla marcó mi vida. Allí conseguí títulos, fui internacional y conocí a mi mujer. Después de vivir en Sevilla, supe que me quedaría en España porque, aunque ahora con mi proyecto hostelero estoy en Madrid, quería estar cerca de Sevilla. Quería quedarme con el recuerdo de ir a Sevilla para disfrutar de la vida, más que con el día a día del trabajo.


Carlos Sánchez
twitter: @cmsanchezt