domingo, 12 de noviembre de 2017

Palop: "El gol de Donetsk simbolizó la casta y el coraje que caracterizan al sevillismo"

Sevilla530

15 de marzo de 2007. Donetsk. Minuto 93 de partido. El Sevilla FC, vigente campeón de la Copa de la UEFA, está a punto de caer eliminado en octavos de final a manos del Shakhtar. Entonces emerge la figura del mejor portero de la historia del Sevilla FC, reconocimiento incluso anterior a obrar un milagro solo al alcance de aquellos que reposan en el olimpo. Un gol ajeno a la casualidad, marcado con el alma de un equipo que encumbró al club al cénit del fútbol nacional y europeo. Es Andrés Palop, santo y seña del sevillismo, quien recibe a Sevilla530 en Valencia, su tierra natal, a la espera de un nuevo proyecto para continuar la carrera como entrenador que comenzó dos años atrás. Desde la distancia, reconoce que siente al Sevilla FC muy cerca, tanto que se le eriza la piel cuando recuerda que su imagen posa para la eternidad en la lona de Preferencia del Ramón Sánchez-Pizjuán, el lugar donde enseñó a tantos y tantos que la casta y el coraje son innegociables cuando te pones la camiseta del Sevilla FC. Con ustedes, el héroe de Glasgow. 


- Sevilla530: - Tu trayectoria deportiva dio un giro inesperado cuando llegaste a Sevilla con 32 años, después de jugar muy poco en el Valencia...

- Andrés Palop: - Llegó en el momento justo. Tengo que agradecerle mucho al Sevilla FC por acordarse de mí, porque, evidentemente, con 32 años, las posibilidades de desarrollar mi profesión eran cada vez más limitadas. Cuando me llamó Monchi se me abrió el mundo. Cogí las maletas sin pensarlo.

- ¿Que te llame un Director Deportivo como Monchi, que además fue portero, influyó en tu decisión? ¿Cómo fue aquella llamada? 

- Recuerdo que tuvimos un contacto previo. Una vez que fui a Sevilla a jugar con el Valencia y entrenamos en la Ciudad Deportiva del Sevilla FC, Monchi se presentó allí y me pidió los guantes para su hijo Alejandro. Aquel detalle me motivó porque me extrañó que se fijara en un portero como yo, que por aquel entonces jugaba poco. Y en 2005 me firmó. Me comentó que siempre me siguió, nos conocíamos desde su etapa como portero, y esperó a que pudiese salir del Valencia. Acerté de pleno. 

- ¿Fueron los mejores años de tu carrera deportiva?

- Valoro todo lo que me ha pasado en su justa medida. En Villarreal conseguí un ascenso a Primera. Fue como un título; después, en el Valencia, conseguimos títulos, dos finales de Champions League... Pero, evidentemente, en el Sevilla FC fue donde más disfruté. Vi al club crecer en todos los aspectos. Lo viví desde dentro y siendo capitán. Siento al Sevilla FC muy cerca. Como si fuera un canterano más. 

"En el Sevilla FC fue donde más disfruté. Vi al club crecer en todos los aspectos. Lo viví desde dentro y siendo capitán. Siento al Sevilla FC muy cerca. Como si fuera un canterano más"

- ¿Qué sientes al verte en la lona de preferencia del Sánchez-Pizjuán?

- Mucha gratitud al club por meterme en ese selecto grupo de jugadores que son historia del Sevilla FC. Estar ahí es un privilegio. Te contaré una anécdota. Yo llegué el año del Centenario, y, cada vez que enfilaba el vestuario, me fijaba en una placa que puso el club donde estaban los cien mejores jugadores del Sevilla FC hasta entonces. Siempre me quedaba mirándola y me iba directo a la letra P, pero mi nombre no estaba. Pensaba siempre '¡qué pena haber llegado un poco tarde!'. Me hubiera hecho mucha ilusión estar en ese lugar, y, entonces, desde el primer instante, lo convertí en un reto, en una motivación más. Imagínate ahora lo que siento al estar representado en la fachada del estadio. Lo conseguí. Se me pone la piel de gallina cuando pienso que mi trabajo me ha valido ese reconocimiento. 

"Se me pone la piel de gallina cuando pienso que mi trabajo me ha valido el reconocimiento de estar en la fachada del Sánchez-Pizjuán"

- ¿Te quedó alguna espinita? ¿Quizá aquella Liga de 2007...?

- Bueno, no puede considerarse una espinita. ¡Hubiéramos hecho un triplete! Éramos conscientes de la dificultad que entrañaba ganar una Liga. Cierto es que cuando ves que la pierdes de la manera que la perdimos, te derrumbas. Cuando acabó el partido de Mallorca rompí a llorar. No quise entrar al vestuario para que no me vieran mis compañeros. Habíamos tenido mucha presión durante toda la temporada. Fue de las pocas veces que lloré en el fútbol. Pero no, aquello no fue una espinita, sino un orgullo. Fue la mejor temporada del Sevilla FC. Sin embargo, sí tengo una espinita clavada con la Champions League: no habernos quitado ese peso de superar los octavos de final. Era el siguiente paso, estar entre los mejores. 

"Cuando acabó el partido de Mallorca rompí a llorar. No quise entrar al vestuario para que no me vieran mis compañeros. Habíamos tenido mucha presión. Fue de las pocas veces que lloré en el fútbol"

- Un día te escuché decir que entregarías todos los títulos que lograste con el Sevilla FC a cambio de que Antonio Puerta estuviera presente...

- Es que la vida está por encima de cualquier logro. Para nosotros Antonio era una persona llena de vitalidad. Tenía un futuro espectacular, un hijo en camino... Si pudiera volver atrás, lo cambiaría todo porque estuviera entre nosotros. A todos nos llega nuestra hora, pero no fue justo. No era su momento. Lo pasamos muy mal. Fuimos a Grecia a jugar la previa de la Champions y estuvimos dos días sin parar de llorar. Cuando pasan estas cosas, uno se da cuenta de lo que es realmente la vida... 

- ¿Os devolvió a la realidad?  

- Yo me considero un futbolista atípico. Hablo por mí. A mí la vida me dio la oportunidad de ser futbolista por tener un talento puntual, pero nunca he cambiado mis hábitos. No tuve que esperar a que pasara una desgracia de tal magnitud para valorar ciertas cosas. Mi familia ha sido muy humilde toda la vida: mis hermanos siguen trabajando en el campo, mis padres han luchado muchísimo para sacarnos adelante, y yo intenté aprovechar la oportunidad que se me dio de ser futbolista profesional, pero nunca me aislé de la realidad. El entorno es lo más importante para un jugador de fútbol. Tengo mi mujer desde los 17 años, mis hijos, y una forma de actuar que creo que ha sido la ideal para ser la misma persona una vez dejé el fútbol. Yo, personalmente, nunca he vivido en una burbuja. Me he amoldado de forma natural a la vida que puede llevar cualquier persona.  

- Fuiste capitán del Sevilla FC. ¿Qué debe saber todo futbolista que se pone esta camiseta? 

- Tuve la suerte de tener maestros como Pablo Alfaro, Javi Navarro, Martí, David... Capitanes que vivieron una época dura del Sevilla FC, en la cual tuvieron que lidiar con situaciones difíciles. Aprendí muchísimo de ellos. Cuando me tocó ser capitán fue una gran responsabilidad. Intenté transmitir a la gente nueva los valores del club: un Sevilla FC de casta y coraje. Busqué que adquirieran un sentimiento de pertenencia. Si consigues esto, todo funciona mejor. Además, al estar siempre tan cerca de los aficionados, me hacían llegar sus inquietudes e intentaba trasladarlo al vestuario. 
"Como capitán, tuve la suerte de tener maestros como Pablo Alfaro, Javi Navarro, Martí, David... Intenté transmitir a la gente nueva los valores del club: un Sevilla FC de casta y coraje"

- ¿Hasta qué punto influye el aliento del sevillismo en los éxitos del club? 

- ¡Es el motor! Para mí, personalmente, es el motor del Sevilla FC. Y creo que todos mis compañeros pensarán igual. Cuando funcionaba la grada, el equipo se sentía fuerte. También viví años en los que hubo problemas con la grada, y lo notamos muchísimo. El estadio parecía otro distinto. Los propios futbolistas nos dirigimos al club para que se arreglara la situación. Necesitábamos a nuestra gente. 
"El sevillismo es el motor del club. Cuando funcionaba la grada, el equipo se sentía fuerte. Necesitábamos a nuestra gente"

- ¿Te gustaría entrenar algún día al Sevilla FC?

- Yo creo en los procesos. En el crecimiento personal. Como jugador pasé por todas etapas, y ahora pienso exactamente igual como entrenador. Creo que hay que experimentar y pasar por todas las etapas para llegar algún día a aspirar a lo máximo. Evidentemente, claro que me gustaría entrenar al Sevilla FC, pero entiendo que tengo que estar preparado para poder desarrollar ese trabajo a ese nivel de exigencia. Todos no podemos entrenar al Sevilla FC. El club está ahora mismo en una dinámica muy importante, pero tengo esa ilusión, sí. 

"Evidentemente, claro que me gustaría entrenar al Sevilla FC, pero entiendo que tengo que estar preparado para poder desarrollar ese trabajo a ese nivel de exigencia. Todos no podemos entrenar al Sevilla FC. Creo en los procesos. En el crecimiento personal"

- Viajemos a Eindhoven. ¿Qué crees que hubiese ocurrido si no le haces esa parada a Viduka?

- Que hubiéramos ganado igualmente. Te lo digo sinceramente. Hubiese supuesto un golpe de efecto para ellos, sí... era el empate a uno, pero teníamos mucha confianza. Hubiésemos metido otros tres. Seguro. Tengo la total certeza de que hubiéramos sacado el partido adelante igualmente. 

- Eindhoven o Glasgow. ¿Cuál fue la mejor noche de tu vida deportiva?

- El título que recuerdo con más cariño es la Copa de la UEFA de Eindhoven. No hay comparación. Mi primera vez dentro del terreno de juego. Queda marcado. A nivel personal, la satisfacción por el partido que hice en Glasgow es inigualable. Tuve una actuación muy completa en todos los aspectos. Desde paradas importantes a darle una asistencia con la mano a Adriano... y, por supuesto, esos tres penaltis parados. 

- Aquella tanda de penaltis donde te vestiste de santo...

- Y eso que me falló lo más importante. Nunca había visto tirar un penalti ni a Jonatas ni a Torrejón. A Luis García, sí. Sabía que se lo iba a parar. Estaba seguro. Sabía dónde me lo iba a tirar. Cuando se acercaba a mí, pensé: 'Te lo voy a parar'. Cuando yo notaba esa sensación, no fallaba. Los otros dos fueron un compendio de intuición, momento de forma y confianza. Cuando se dirigían hacia mí, sin tener información previa, los analicé. Por ejemplo, Jonatas. Tenía mucha calidad. Entonces pensé que utilizaría el interior. Su golpeo natural, con derecha, era a mi izquierda. No había otra; con Torrejón, pensé que era defensa central, que era un momento delicado y que iba a asegurar... Esa capacidad de análisis me ayudó para acertar. 


Instante de la parada a Torrejón que dio la Copa de la UEFA al Sevilla FC

- ¿Como en Donetsk? 

- Cuando acababa los entrenamientos, me quedaba muchas veces a rematar centros de compañeros que se quedaban para practicarlos. Me gustaba experimentar la sensación de rematar en vez de parar. Por supuesto, no era una tarea de trabajo específica para mí, pero me gustaba. Quizá por eso rematé de forma tan certera. Cuando venía el balón hacia mí no me podía creer que me llegara. La pelota vino frontal y tuve que hacer el gesto para rematar a portería. Por suerte, salió perfecto. No podíamos caer de esa manera, éramos los vigentes campeones de la competición. Ese gol simbolizó, una vez más, la casta y el coraje que caracterizan al sevillismo.

"No podíamos caer de esa manera contra el Shakhtar. Éramos los vigentes campeones. Mi gol simbolizó, una vez más, la casta y el coraje que caracterizan al sevillismo"

- ¿Qué cualidades ves en Sergio Rico y David Soria? ¿Son dignos sucesores?

- Me parece que la característica más importante que reúnen ambos es su personalidad. Hay que recordar que tienen menos de veinticinco años, y no es fácil esa situación porque estamos hablando de un Sevilla FC con unas aspiraciones muy exigentes. Han sabido aguantar un ritmo de competición altísimo. Cierto es que todavía tienen mucho margen de mejora. Me consta que van a seguir creciendo por lo que hablo con Sergio Rico, al que conozco de entrenar con nosotros en mis últimos años en el club, y que, además, me ha pedido algún que otro consejo. En definitiva, les veo bastante completos en todas las facetas del juego, pero creo que con la humildad que irradian van a seguir creciendo aún más. Me siento orgulloso de ellos. La portería del Sevilla está muy bien defendida. No tengo dudas.

"Me parece que la característica más importante que reúnen Sergio Rico y David Soria es su personalidad. Me siento orgulloso de ellos"

- ¿Qué sensaciones te transmite este Sevilla FC?

- Es cierto que pensaba que el equipo iba a asimilar más pronto la idea de Berizzo, porque quizá el cambio radical de estilo se dio con Sampaoli y, al contrario de lo esperado, se asimiló rápido ese giro. En cuanto a resultados, creo que se han firmado buenos números dejando a un lado esa semana negra que vivió el equipo. Es verdad que al Sevilla FC le está costando encontrar las sensaciones, pero, sinceramente, estoy totalmente convencido de que este equipo, en el momento de que coja el punto a la idea del entrenador, va a ir a más. Seguro. Porque además me gusta mucho la idea de juego que pretende y propone Berizzo.

- Hablando de idea de juego, hay cierta parte del sevillismo que considera que el Sevilla FC debería regresar al estilo que proponía Juande Ramos...

- Mira, el año pasado pensé que esa idea de que el balón fuera para atrás tantas veces como fuera necesario no iba a encajar porque la gente se pondría nerviosa. Al sevillismo generalmente le gusta que el balón, una vez sale de la defensa, vaya para adelante sin retorno, pero me he dado cuenta de que al final el aficionado se adapta a cualquier propuesta si en ella va implícita los valores que se le presuponen al sevillismo: hambre, entrega... Si eres un equipo conformista, el sevillista se cabrea. El mejor ejemplo es la doble versión del Sevilla FC en el Camp Nou. El Sevilla FC puede caer, pero sin perder sus valores, como en la segunda parte de ese encuentro. Hay que incidir, más que en los resultados, en la actitud y en los valores, y darle continuidad a la idea de juego. A ver dónde nos lleva...

- ¿Entonces crees en Berizzo?

- A mí me gusta muchísimo porque es un entrenador que transmite humildad y trabajo. Tiene todo mi apoyo. A la larga nos daremos cuenta de que el Sevilla FC acertó al contratarle. Él sabe lo que significa este club y la exigencia que tiene este Sevilla FC. Lo sabe. Hay que apoyarle. Es un tipo con mucha experiencia en el fútbol. Ha sido internacional con Argentina. Hay que darle continuidad. Y, además, es un entrenador que sufre en la derrota, eso es importantísimo...

"Me gusta muchísimo Berizzo. Transmite humildad y trabajo. A la larga nos daremos cuenta de que el Sevilla FC acertó. Hay que darle continuidad. Sufre en la derrota, y eso es importantísimo..."

Carlos Sánchez 
twitter: @cmsanchezt