jueves, 22 de diciembre de 2016

Respeto

sevillafc.es

Existen muchas formas de mostrar respeto. Respeto por uno mismo y por el prójimo. Respeto por una causa y por quienes luchan por ella. Y en este punto me descubro ante Jorge Sampaoli. Un tipo alejado del tópico manido y del típico respeto velado que en ocasiones empaña el fútbol. Un argentino poco locuaz de mirada penetrante, que transmite, sin alardes retóricos, un insobornable respeto a los suyos y a sus rivales. Faltaría más, pensará Sampaoli. Anoche, sin ir más lejos, en un partido intrascendente, colocado con calzador en el calendario, planteó el duelo como si fuera lo último que hiciera como técnico del Sevilla FC, hasta conseguir desvelar a un sevillismo cerrado por vacaciones. Así es como el técnico argentino se ha ganado el respeto de todos: respetanto a todos por igual. Nada había en juego, o eso creíamos el resto de los mortales, pero Sampaoli nos enseñó que siempre ha de dignificarse el escudo. Tanto el nuestro como el del rival. Sin excepción.

Asombró la manera de preparar el partido contra la Formentera, un rival de Tercera División y con un resultado demoledor a favor en la ida. Admirable. El primer mensaje de Sampaoli fue convocar solo a tres canteranos. Aquí nadie regala nada. Debutar con el primer equipo o tener participación en él queda supeditado a un rendimiento excepcional. Así de cristalino. Da igual cuál sea el rival, la competición o la ronda que esté en juego. Rendimiento. Borja Lasso entró por lesión de Correa, Diego González solo participó unos minutos y David Carmona ni se vistió de corto. Quienes presenciaron el encuentro pronto se dieron cuenta de que aquel era un partido más. Igual que todos los anteriores. Igual que todos los que están por venir. Porque para Sampaoli, señores, el respeto, el del Sevilla FC y el de sus rivales está en juego en cada partido. Palabras mayores. 

La figura de Sampaoli se engrandece en días como el de ayer. Él quizá prefiera permanecer en la sombra, sin levantar revuelo, pero su homólogo de la Formentera, Tito García Sanjuán, se encargó tras el partido de resaltar el "respeto" con el que el Sevilla FC afrontó esta eliminatoria. De eso trataba el amateurismo. Anoche lo entendí. Salir a jugar, esté quién esté delante, como cuando te dejabas la piel, literalmente, en la plaza o en el parque con una lata de refresco por pelota. Qué difícil parecía transmitir esa idea a chicos envueltos en la feroz dinámica del deporte de élite. Prácticamente imposible. Solo en Granada perdió la esencia el Sevilla FC. Y estoy convencido de que a nadie le dolió más que a Sampaoli. Porque para el técnico argentino, el fútbol es para la gente. Para los aficionados. Para los hinchas. Para los que pagan una entrada. Y con ellos tiene un compromiso adquirido hasta el fin de sus días. Esperemos que ese día esté lejos...

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