miércoles, 19 de septiembre de 2018

¿Nos hacemos a la idea?

sevillafc.es

Sin paños calientes. Fue un desastre. Todo. El Sevilla FC se desnudó en cuanto llegó a Nervión un equipo que sabe a lo que juega. Y muy bien. El Getafe tiene un modelo. Un estilo de juego definido. Una idea. Y la ejecuta a la perfección. En este apunte reside la disimilitud. El factor diferencial. ¿Tiene una idea de juego el Sevilla FC? Sí. Ahí radica el cambio respecto a los proyectos inmediatamente anteriores. El problema es que virar al estilo futbolístico que promulga Pablo Machín requiere de tiempo. Y de mucha paciencia. ¿Hay futbolistas para ejecutarlo? Sí, porque esta plantilla está sobrada de futbolistas con experiencia y calidad a los que les debe resultar relativamente fácil asimilar conceptos nuevos. Quizá estemos ante una plantilla inconclusa, pero es aventurado pensar que sea débil o escasa para afrontar tres competiciones. Montella dijo una verdad meridiana: no se interioriza un sistema con defensa de tres de la noche a la mañana. 

A partir de esta premisa deberíamos partir. Pero esto es Sevilla. Y esto es el Sevilla FC del siglo XXI. La paciencia es un término desterrado en el olvido del sevillismo. En gran parte, dicho sea de paso, fruto del nivel de exigencia que se ha marcado el Club. Mérito del Sevilla FC. La cuestión es si tenemos idea y si nos hacemos a ella. De juego es evidente, pero aún está en fase de construcción. Hay muchas piezas por encajar, algunas de compleja adaptación en gran parte porque se trata de un sistema de juego con novedosas variantes, pero que, de lograr su excelencia, da frutos. Y maduros. El sistema de Machín, bien ejecutado, dotaría de mucha solidez al equipo. ¿Estamos dispuestos a esperar? El Sevilla FC empieza a ser reconocible. Sí. Salga bien o mal, como contra el Getafe, se vislumbran automatismos y elementos tácticos que, si bien dependerán de los fríos resultados, marcarán el camino. El duro y arduo trayecto a lo que está por llegar: una nueva participación en la UEFA Europa League.  

¿Tenemos idea de lo que eso significa? Regresamos al lugar donde somos temidos por todos. Donde nadie quiere cruzarse con el Sevilla FC. Donde hemos grabado nuestro nombre a fuego lento y para la posteridad. El Pentacampeón está de vuelta, y su regreso a la Fase de Grupos está envuelto en demasiadas dudas. Ensombrecido por un pesimismo exacerbado. Nadie triunfa sin tropezar en el camino. Nadie. Que se lo digan a Juande Ramos o a Unai Emery, quienes estuvieron a punto de ser apeados en la cuneta al comienzo de sus respectivas andaduras. El Sevilla FC necesita hacer autocrítica y alejarse de polémicas infructuosas que descentran, porque el VAR tapó las debilidades del equipo tras el Villamarín y lo sepultó contra el Getafe. Sería impensable esperar que todo fluya a la perfección cuando apenas llevamos un mes de competición. El proyecto de Pablo Machín está en ciernes. En fase de pruebas. Recuérdenlo: los objetivos no se conquistan en septiembre. Antes hay que implantar una idea... y desarrollarla. 


Carlos Sánchez 
twitter: @cmsanchezt