sábado, 6 de agosto de 2016

El mayor reto de Sampaoli

sevillafc.es

"Hay que conmover a un grupo de futbolistas para que persigan una idea". El autor de esta bella declaración de intenciones, proclamada en la rueda de prensa de la tarde de ayer, es Jorge Sampaoli, entrenador del Sevilla FC. El técnico argentino ha llegado al club para ganar... pero no a cualquier precio. Para él, el fútbol es un reflejo de su forma de ver la vida. De nada sirve alcanzar el objetivo deseado si por el camino se resienten las formas. Una concepción idealista de difícil asimilación, en gran parte debido a las características del fútbol actual donde la premura es la nota predominante, pero que, si logra inmiscuir en la cabeza de todos sus futbolistas, establecerá una conexión casi espiritual entre el cuerpo técnico y la plantilla. Y, a mayor escala, entre equipo y afición. 

La mejor evidencia de la implantación de su idea tuvo como resultado lo que logró con Chile. ¿Hacerlo campeón de la Copa América por primera vez en 100 años de historia? No. Su gran satisfacción fue convencer a un grupo humano y a un país entero de que se podía. De que con esfuerzo y determinación de cara al área rival era posible. Rebeló a un pueblo que estaba sumido en la pena de su cruel destino y lo levantó. Porque, para Sampaoli, la identificación de sus jugadores con los aficionados y la cultura del lugar es vital para poder desarrollar su concepto. Sin ese matiz, sin esa interacción entre el club y su gente, considera que se torna prácticamente imposible conseguir el éxito. Como todo en la vida. 

Sampaoli tiene claro cuál es su gran objetivo: revertir el juego y el ideario del Sevilla para dotarles de un protagonismo descarado. Antes incluso que ganar. Hacer sentir a sus futbolistas que son dueños de su destino. Que si arriesgan, pueden perder, pero si se atrincheran estarán perdidos. La clave estará en la recepción del propósito. Tanto del equipo como de la afición. El cambio de idea respecto a años anteriores es drástico y por ese motivo la revolución necesitará tiempo. Y paciencia. Mucha paciencia. El técnico argentino tiene a su favor que esta vez cuenta con las bases de un Sevilla FC campeón. Un equipo acostumbrado a ganar títulos en la última década; en contra, el vertiginoso ritmo de la competición, que apenas deja lugar para establecer una idea a corto plazo. Preparen sus corazones y visiten al cardiólogo a la mayor brevedad posible, porque este Sevilla FC les removerá por dentro. Tiempo al tiempo. 


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